
El nacimiento de los nuevos sistemas de comunicación también provocó la necesidad de establecer nuevas reglas para relacionarse a través de estos medios. Estas normas están orientadas a facilitar la comunicación y a optimizar el uso de las comunicaciones. A las reglas de comportamiento en Internet se las denomina Netiqueta -apócope de las palabras "Net" (red) y "etiqueta"-, aunque también se las denomina Redtiqueta, Netiquette, etc.
Internet tiene unos recursos limitados que debemos compartir. Seamos comedidos al transmitir información. Si abusamos de nuestro privilegio de transmisión enviando cosas inútiles o poco interesantes, pues estaremos colaborando en la saturación de la red. Esa actitud, a la larga, es perjudicial para todos. Colaboremos con esta idea cuidando de no transmitir más de lo necesario. Solo cada usuario es capaz de valorar la importancia de cada byte transmitido, y la comunidad de internautas confía en el buen criterio de los demás. Pero si te excedes es muy posible que también alguien te lo indique.
El tema sobre la netiqueta es realmente amplio, aquí solo hablare un poco sobre el uso de la netiqueta en el correo electrónico.
Lo primero que deberemos hacer será configurar correctamente nuestro programa de correo. Todos los programas modernos permiten poner el nombre del usuario, que será transmitido como remitente de los envíos que hagamos. Este dato debe cumplimentarse correctamente, porque es muy desagradable recibir un mensaje sin el nombre del remitente. Si, por alguna razón personal, no deseas desvelar tu verdadera identidad, puedes omitir los apellidos o utilizar un seudónimo de forma que los receptores puedan "reconocerte" y dirigirse a tí utilizando esa identificación. No uses iniciales o tu cuenta de correo en el lugar del nombre, puesto que a tus corresponsales les resultará incómodo dirigirse a tí utilizando esas letras que no significan nada. Si empleas un seudónimo, elígelo de tal forma que resulte evidente que ese no es tu nombre verdadero. Independientemente de que uses el nombre o un "alias", procura escribirlo correctamente; la primera letra mayúscula y las demás en minúscula, y dejando un solo espacio entre las palabras.
Los programas de correo también tienen una casilla para escribir una dirección de Internet que será utilizada para los mensajes de retorno. Así, si otra persona recibe tu mensaje y realiza una respuesta automática, este nuevo mensaje irá a la dirección que tú hayas indicado en ese dato de "retorno".
Si quieres asegurarte de que todo lo anterior está bien configurado, puedes enviar un mensaje a tu propio buzón de Internet. A los pocos segundos recibirás el mensaje; contéstalo por el procedimiento de respuesta automática (reply) y verifica que esta respuesta también la recibes correctamente y con el remite adecuado.

Cuando contestes o continúes un mensaje precedente, conviene citar algunas líneas del texto original, para centrar el asunto del que se va a hablar; esto es una forma de refrescarle la memoria a nuestro futuro lector. Pero no hay que citar TODO el mensaje previo, porque ello es innecesario (normalmente) y también engrosa la transmisión. Específicamente nunca deben citarse (replicarse): saludos en el inicio o al final de los mensajes; cabeceras automáticas (remitente, destinatario, etc.), la fecha del mensaje, la información de la ruta de transmisión del mensaje; las firmas; otros comentarios que sean irrelevantes en relación con la respuesta. Si alguien escribe un mensaje de dos páginas, la peor réplica que puede recibir es el contenido integro de su propio texto al que se han añadido las palabras "Opino lo mismo".

En el título (asunto, tema o subjet) del mensaje pon dos o cuatro palabras que indiquen claramente el contenido del texto. A veces resulta muy incómodo buscar un título adecuado, pero siempre es más irresponsable transmitir el mensaje sin título. Procura usar un título que resulte significativo para el receptor; por ejemplo, enviar un mensaje al equipo de atención al cliente de WordPerfect, poniendo como título "WordPerfect" será de nula utilidad. Si hay varios mensajes de réplica y contrarréplica sucesivos debe mantenerse el título original, que así facilita el seguimiento de la conversación. Si posteriormente la conversación se orienta hacia otro tema, entonces conviene cambiar el título para evidenciar el giro en el tema tratado.

En el cuerpo del mensaje puedes ser tan formal o coloquial como desees. La mayoría de los internautas se tutean, independientemente de la edad o de la posición social de la otra persona. Solo se suelen emplear formalismos en los mensajes dirigidos a instituciones o en el correo comercial. Sin embargo, esto no autoriza a ser descuidado en la composición. Si las palabras son lo suficientemente importantes como para escribirlas, entonces son lo suficientemente importantes como para escribirlas de la forma más correcta posible. Si envías un mensaje mal redactado, que no respeta las normas habituales de escritura, que pueda denotar precipitación o poco interés en la comunicación... todo eso puede ser interpretado por el lector como desinterés del remitente, con lo cual pensará que está perdiendo el tiempo por leer algo que su autor no considera importante.

Quizá tu programa de correo te permita transmitir el texto en un formato avanzado, como el RTF (Exchange) o en HTML (Ms Mail y Netscape v.4). Solo se deben emplear esos procedimientos de emisión cuando estés seguro de que el receptor dispone del mismo sistema; en otro caso se provocará la transmisión de un fichero adicional que la mayoría de lectores no se molestarán en consultar: ellos también están muy ocupados y probablemente no se tomen la molestia de abrir un programa distinto (navegador o editor) solo para leer la misma información (presentada de otra forma). Si envías texto con formato, procura ser recatado en la utilización de colores y tipos de letra diferentes; el abuso de estos efectos produce cansancio en el receptor, incluso puede producir el resultado de que la "maravilla" visual distraiga la atención respecto al contenido de la información enviada.
Los seres humanos, al igual que
los demás seres vivos, nos relacionamos constantemente entre si, la diferencia
principal es que nosotros podemos analizar estas relaciones y determinar que
están bien o mal, de acuerdo a nuestra muy personal (aunque muchas veces
adoptada) forma de pensar. Pero, para poder saber que esta bien o mal no
tenemos solo nuestro juicio, también tenemos las Normas, las cuales son reglas
que se deben seguir o a las que se deben ajustar las conductas, tareas y
actividades del ser humano. Las normas sociales se han transformado en leyes
con el tiempo, y son las que rigen a nuestras sociedades.
En la actualidad, podemos ver en nuestro entorno
que las personas con las que nos relacionamos están cada vez mas inmersas en el
mundo del Internet. El trato interpersonal se ha ido degradando de tal manera
que los medios de comunicación informáticos se han convertido en un punto y
aparte de los ya existentes. El anonimato que puede ofrecer la comunicación en
la red y la garantía de poderte comportar de la manera que quieras sin
restricciones (siempre existiendo ciertas excepciones) han sido los principales
factores para que las generaciones de ahora olviden a nuestras, ya tan
pisoteadas, Normas.
Existe un proyecto,
creado por usuarios que no estaban de acuerdo a donde estaba tomando dirección
el comportamiento de las personas en la red, llamado Netiqueta (o Nettiquette
en francés). Este proyecto se podría resumir como un conjunto mínimo de
recomendaciones de Etiqueta en la Red. Estas tienen como finalidad la buena
convivencia entre los usuarios. La Netiqueta maneja que en realidad no importa
como sean las personas, sino como se comporten cuando estén en la red.
En este vídeo se explica en forma resumida lo anterior explicado sobre la netiqueta.
Basado del la página web: http://www.eumed.net/grumetes/netiquet.htm